jueves, 17 de enero de 2008

Los gases y los jefes

Hoy no ha sido un buen día… y no lo digo porque esta mañana haya perdido el tren y haya llegado tarde a la primera cita del día (a 30 kilómetros de mi punto de origen). Tampoco ha sido un mal día por llegar tarde a la segunda cita del día (a 30 kilómetros de mi primer destino). Tampoco ha sido un mal día porque no haya podido llegar puntualmente (de hecho no he llegado…) a una comida que ya venia de un aplazamiento, con una buena (i paciente) amiga. Tampoco ha sido un mal día porque a las cuatro de la tarde ya no te dan de comer en ningún sitio…

Podría seguir enumerando un montón de cosas que hoy no han ido bién. Pero todos estos hechos desastrosos tienen su origen en un fenómeno digno de ser estudiado en una facultad de química… o de empresariales quizás.

El enunciado que propongo para dicho estudio es el siguiente:
“el increíble semblante entre los gases i los jefes”

En el campo “jefes” también cabe “personas que ocupan cargos de responsabilidad”. Es un fenómeno que des de hace algún tiempo vengo observando:
-Por una parte los jefes tienden a ofrecer explicaciones dispersas, como la mayoría de los gases que son también dispersos.
-El efecto que tienen los encargos de un jefe que no sabe lo que pide, produce una sensación de mareo similar a la que sufrimos cuando inhalamos determinados gases.
-Los jefes (salvo honrosas excepciones) tienen tendencia a ir escalando posiciones, a subir de escalafón, llegando de manera inexplicable a ocupar el lugar más alto. Comportamiento que también registran los gases con su tendencia a ocupar el máximo espacio posible y a subir, y a subir, y a subir…

Hay pero una reacción que todavía no he podido observar en un jefe y que si se da en los gases, ¿es la excepción que confirma la regla? Cuando un gas ocupa un espacio cerrado y se produce una chispa en el interior de dicho espacio, el gas… explota.

BUM!





La foto del dia: hoy hubiera querido estar en esta calle. Corresponde al pueblo de mi madre y de mi abuela. Recuerdo ser feliz en estas calles... sin jefes ;-)

martes, 15 de enero de 2008

Nespresso: el precio de ser pijo

Todos conoceréis la marca Nespresso, a estas alturas, su cara más famosa es la del seductor y aclamado actor George Clooney.

Tengo que reconocer que yo sucumbí a los placeres de la fantástica máquina de hacer café que con solo pulsar un botón (previa introducción de una cápsula) producía milagrosamente y al instante un café que, en honor a la verdad, esta buenísimo.

Esta comodidad toma un valor más elevado si la “operación café” la realizamos por la mañana. Entre prisas y sueño la Nespresso aporta una sensación de bienestar que le ayuda a uno a empezar mejor el día.

Pero algo tenía que fallar. Mientras el sistema de producción el café en casa es extremadamente sencillo, la operación "comprar café" se ha convertido en una aventura patética. Hay dos maneras de hacer la comanda. Una a través de Internet pero hay que pagar gastos de envío (aunque te quedes medio almacén de Nespresso España) y la otra es desplazarse a la tienda.

Fijaros que digo la tienda, porque hasta hace unos meses ¡en Barcelona solo había una! Quiero subrayar que cuando digo Barcelona me estoy refiriendo a Barcelona provincia ¡y no Capital! La tienda monísima eso si, hasta te puedes tomar un café gratis mientras esperas... si, si, mientras esperas porque hay que hacer una cola de infarto para.... comprar café...

Des de hace un par de meses y previo a la campaña de Navidad, Barcelona (que es lo que conozco) cuenta con cuatro puntos de venta. Uno de ellos es la tienda Nespresso más grande de Europa. 1000 metros cuadrados para vender café. ¡Ah si!...i cafeteras claro.

El supuesto glamour que te otorga tener una Nespresso en la cocina o oficina, se esfuma cuando uno tiene que ir a la tienda (a por café..) y coger un ticket al más puro estilo “ su turno” y hacer la cola como para renovar el dni, pasaporte, pagar multas...
Eso si, todos los de la cola somos superguapos, modernos, bien vestidos y porque no decirlo... pijos.

¡Ei! Pero el café está buenísimo y por la mañana mejor. Café en un click.


PD: Así se sirve el chocolate a la taza en Toulouse... ¿para que queremos café?