Podría seguir enumerando un montón de cosas que hoy no han ido bién. Pero todos estos hechos desastrosos tienen su origen en un fenómeno digno de ser estudiado en una facultad de química… o de empresariales quizás.
El enunciado que propongo para dicho estudio es el siguiente:
“el increíble semblante entre los gases i los jefes”
En el campo “jefes” también cabe “personas que ocupan cargos de responsabilidad”. Es un fenómeno que des de hace algún tiempo vengo observando:
-Por una parte los jefes tienden a ofrecer explicaciones dispersas, como la mayoría de los gases que son también dispersos.
-El efecto que tienen los encargos de un jefe que no sabe lo que pide, produce una sensación de mareo similar a la que sufrimos cuando inhalamos determinados gases.
-Los jefes (salvo honrosas excepciones) tienen tendencia a ir escalando posiciones, a subir de escalafón, llegando de manera inexplicable a ocupar el lugar más alto. Comportamiento que también registran los gases con su tendencia a ocupar el máximo espacio posible y a subir, y a subir, y a subir…
Hay pero una reacción que todavía no he podido observar en un jefe y que si se da en los gases, ¿es la excepción que confirma la regla? Cuando un gas ocupa un espacio cerrado y se produce una chispa en el interior de dicho espacio, el gas… explota.
BUM!
La foto del dia: hoy hubiera querido estar en esta calle. Corresponde al pueblo de mi madre y de mi abuela. Recuerdo ser feliz en estas calles... sin jefes ;-)